Llega el momento de contarte un poquito sobre mí y para contestarte, la pregunta “¿Quién soy?” sobrevuela en mi mente seguida de un confortable silencio. “¿Quién soy?”, vuelvo a preguntarme intentando buscar en mi mente y, ahora también en mi corazón, una definición clara que me sirva. Lo primero que me viene es que soy una buscadora de mi misma y una exploradora en terrenos de consciencia.

Desde bien niña, el interés por mis recovecos internos estuvo presente, por lo que también me interesaba el interior de las demás personas. Las escuchaba, me analizaba, reflexionaba. Además, sentía una relación especial por lo místico y espiritual. Mi sensibilidad emocional y mi fuerte espiritualidad a veces fueron difíciles de llevar pero también se convirtieron mi gran fortaleza y apoyo.

En el 2009 me licencié en Historia del Arte. Aún recuerdo como me emocionaba en las primeras clases de la universidad hasta el punto de caerme alguna lagrimita tomando apuntes. Pasé 6 años de mi vida entregada al arte. Para mí entender la expresión artística de las civilizaciones de todo el mundo en diferentes tiempos de la historia me nutria el alma. De alguna manera, aunque yo entonces aún no lo sabía, esa era la manera de acercarme psicológicamente al ser humano, entendiendo las «necesidades interiores» de cada sociedad y de cada tiempo.

Cuando acabé la carrera estaba empecinada en ser profesora de Hª del Arte pero la vida me lo puso muuuuy difícil. Tenía preparado para mí otros planes. Debido a una inestabilidad emocional que arrastraba de hace años, mi foco se centro en la salud integral. Primero como manera de ayudarme a mi misma, después comprendí que también mi vocación iba por ahí. Estudié Terapia Gestalt durante 3 años, posteriormente el grado de Nutrición y finalmente me formé como profesora de Yoga y Mindfulness en adultos, especializándome después en niños y adolescentes.

Sin embargo, aunque sentía que todo estaba en paz dentro de mi, empecé a sentir una fuerza pulsante que me estiraba hacia algo lejano y pasado.  Sí, esa fuerza tenía por nombre «ARTE». ¿Dónde había quedado el arte en mi vida? ¿Dónde estaba? Así que me compré unos lienzos, acrílicos y empecé a pintar. Mi relación con el arte empezaba a ser más fluida pero aún así había una necesidad interior no atendida. Debía llevar el arte a mi consultas, a mi trabajo con el otro. Debía incluirlo en mis sesiones de terapia, en mis clases y talleres de mindfulness. Y ahí llegó la Arteterapia. Recuperar el arte como expresión creativa me ha ayudado a mi y también a las personas que acompaño de una manera que nunca hubiera podido imaginar.

Hoy en día, trabajo como arteterapeuta y profesora de mindfulness, utilizando el arte y el mindfulness en un contexto terapéutico y también psicoeducativo con los más pequeños. Puedes seguirme en redes a través de Instagram en mi perfil @conscienciabierta o a través de YouTube en mi canal de Ruth García Bellés

Por último, me gustaría decirte algo: la salud es un proceso. Podemos descuidarla y se resentirá. Podemos cuidarla y crecerá como una preciosa planta, transmitiendo luz, fortaleza y vitalidad. Al igual que todas las partes de un árbol son importantes, desde las raíces hasta las altas hojas, así también lo son todas las nuestras. Cuerpo, emociones, pensamientos, energía, alma, espíritu. Solo necesitamos reconocerlas desde nuestra sensibilidad y darles el valor real que tienen. Te animo a que las mires, les des espacio y las mimes.