¿Por qué las dietas suelen fallar?

¿A qué nos referimos cuando hablamos de «hacer dieta»?

Ponerse a dieta implica empezar un plan nutricional específico, normalmente de adelgazamiento. Ese plan puede variar y adquirir muchas modalidades: desde comer de todo pero en poca cantidad hasta comer solo aquellos alimentos que creemos que no engordan, limitando o censurando a veces la ingesta de alimentos saludables y nutritivos.

La cuestión es que estar a dieta, de per sé, implica una restricción. Y lo que este artículo quiere poner en valor es que es justamente esta restricción la responsable de que su cumplimiento no acabe en éxito.

¿Por qué las dietas suelen fallar?

Pretender mantener una disciplina que sentimos que nos coarta la libertad, es incómodo, y por eso e muchos casos está destinado al fracaso. Ante todo, las personas necesitamos sentirnos libres de actuar, de hacer, de expresar, de sentir, DE COMER.

Si esto no se da, como en el caso de dietas muy restrictivas, tarde o temprano buscaremos esa libertad, aunque sea de formas que no nos aporten salud.

Por otra parte, empezar un objetivo que suele pedir esfuerzo, como el de adelgazar a dieta estricta, sin una revisión de las causas emocionales que me hacen comer de más, va a resultar desgastante y un verdadero suplicio.

¿Qué hacer para que la dieta que sigo acabe en éxito?

Aquí te muestro tres posibles antídotos, que de cumplirlos todos, aseguras que tu plan de dieta termine siendo un éxito.

  1. Potenciar la libertad.
  2. Apoyo emocional inicial y durante el proceso.
  3. Requerimientos nutricionales cubiertos.

Como vemos, estos tres puntos corresponden tanto a cuestiones alimentarias como a cuestiones psicológicas, y es que el ser humano es complejo y necesita ser abordado desde un enfoque integral. Potenciando la libertad de la persona y apelando a su consciencia, toma el poder  de su vida. Con un apoyo emocional adecuado es más fácil conseguir metas complicadas, sobre todo si el objetivo engloba factores psicológicos que deben ser acompañados. Y la última, cubrir los requerimientos nutricionales es necesario para asegurarnos que el cuerpo esté tranquilo, sin necesidades fisiológicas puedan generar ansiedad.

Por todo eso, en consulta abordamos cómo te sientes y desde dónde te acercas al alimento, siendo esto clave dentro del proceso de Nutrición Emocional.

Si estas frustrada porque ninguna dieta te funciona y crees que necesitas hacer las paces con la comida, hablemos.